Autoridades en Kansas, Estados Unidos, confirmaron que Caleb Thomas Schwab, de 10 años de edad, murió de una "lesión fatal en el cuello" en el tobogán más grande del mundo, lo que le provocó fallecer decapitado.
El Departamento de Policía de Kansas City, donde ocurrió el trágico deceso, confirmó los hechos. En un comunicado informaron que el cuerpo del menor fue encontrado en la piscina al final del tobogán.
Caleb era hijo del político republicano Scott Schwab, legislador estatal en Kansas. La familia emitió un comunicado la noche del domingo agradeciendo los mensajes de apoyo y pidiendo respeto a su privacidad en este momento difícil: "Desde el día en que nació trajo bastante alegría a nuestra familia y a todos los que convivieron con él".
¿Qué sucedió?
El niño se encontraba en el tobogán Verruckt, la atracción principal del parque acuático Schilitterbahn, por ser el más grande del mundo en su categoría. Su nombre significa "Loco" en alemán y mide 51 metros (168 pies) de altura, lo mismo que un edificio de aproximadamente 17 pisos.
Caleb viajaba en el tobogán en una balsa para tres personas, en la cual estaba acompañado por dos mujeres adultas con las que no estaba relacionado, informaron las autoridades. Hasta el momento es poca la información oficial existente, pues la investigación continúa su curso.
Visitantes del parque denunciaron que los dispositivos de seguridad no funcionaban correctamente. "Una señora delante de mí dijo que se subió en varias ocasiones y que en ninguna funcionaba el arnés frontal", explicó Jessica Lundquist a la cadena local KSHB.
Entre los requisitos para subir al tobogán, los usuarios deben medir al más 1.37 metros (54 pulgadas). Cada balsa deberá tener al menos tres personas y el peso en total del grupo no debe exceder los 226 kilogramos (500 libras) . De acuerdo al sitio web, no se establece un límite de edad para acceder a la atracción.
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